¿POR QUÉ HABLAR DE SEGURIDAD?
Sin duda, el “deporte” de más riesgo que practicamos a diario es montarnos en un coche. En comparación - estadísticamente hablando - los accidentes en el mundo del windsurf y del foil son prácticamente irrelevantes.
La seguridad, sin embargo, es algo necesario e imprescindible para que todos podamos disfrutar del deporte que nos apasiona de manera segura y satisfactoria.
Recuerda: estamos en un medio natural (el agua) que no es el nuestro propio...y sobre todo, ¡no estamos solos! En los spots más conocidos, como es Tarifa y especialmente la playa de Valdevaqueros, en verano el océano se convierte en una verdadera autovía en hora punta. Para evitar riesgos innecesarios (y posibles disgustos) es fundamental que todos conozcamos y apliquemos las reglas del juego.
No se trata de saberse el RIPA de memoria. Pero sí tenemos que conocer las reglas básicas, en primer lugar, las de preferencia (que sí, ¡existen! y son las mismas en todo el mundo) y las restricciones y prohibiciones cuanto a las áreas de navegación elegidas (de las que hay que informarse constantemente, ya que varían de un lugar a otro e incluso a veces de una temporada a otra).
1. REGLAS DE PREFERENCIA
Las reglas de preferencia que se aplican al windsurf, al foil y a los otros deportes náuticos son las siguientes:
- ESTRIBOR SOBRE BABOR: igual que en las carreteras, en un cruce alguien tiene que pasar y otro dejar paso. Si te acuerdas de que en el coche tienes que dejar pasar los que vengan “por la derecha", no te será difícil recordar esta regla. Los que tienen estribor (mano derecha delante, cerca del mástil) tienen preferencia sobre los que tienen babor (mano izquierda delante), que tienen que dejar paso y apartarse lo más eficazmente posible.
- SOTAVENTO SOBRE BARLOVENTO: todos navegamos con el viento viniendo de nuestra espalda (de barlovento) y por lo tanto miramos a sotavento (hacía donde va el viento). Esta regla, pues, sigue la pura lógica: no podemos ver a alguien que está detrás de nosotros, pero sí a los que están delante. Así que tendremos que dejar paso a todo el que esté navegando a sotavento de nosotros, ya que este tiene preferencia.
- QUIEN SUPERA MANTIENE LA DISTANCIA: si queremos adelantar, en el mar como en la carretera, debemos asegurarnos de tener espacio y velocidad suficientes para hacerlo y además dejar entre nosotros y el “artefacto” que vayamos a adelantar una distancia suficiente, para que este no tenga que maniobrar de forma brusca e inesperada para evitar colisionar.
Son de aplicación, además, las siguientes reglas generales:
- MANTENER EL RUMBO: tener derecho de paso no significa que podamos hacer lo que nos de la gana, ya que el navegante que tiene que dejarnos pasar no puede “leernos la mente”. No podemos cambiar nuestro rumbo o empezar una maniobra de manera repentina, si eso supone que al otro le va a ser imposible apartarse y evitar una colisión.
- MAYOR MANIOBRABILIDAD: los buques para los que sea más fácil maniobrar (ej. motores, que normalmente pueden tomar el rumbo que quieran) deben apartarse ante los que tengan una menor maniobrabilidad (ej. velas, ya que dependemos del viento). Esto vale también cuando nos crucemos con principiantes, ya que la falta de técnica y experiencia y la menor velocidad de sus equipos hacen que a veces les sea imposible aplicar las reglas, aun que las conozcan.
- PRINCIPIO DE PRECAUCIÓN GENERAL: por mucho que tengamos derecho a pasar, nadie quiere tener una colisión y apechugar con las consecuencias. Si vemos que la otra persona no puede, no sabe o incluso no tiene intención de apartarse, antes de que la situación se vuelva irreversible, debemos actuar para intentar evitarla.
2. AREAS DE NAVEGACIÓN
En la práctica del windsurf y del foil compartimos espacios con muchos otros. Esto incluye no solamente otros navegantes, sino también nadadores, bañistas y todas las demás actividades relacionadas con el turismo. Y por supuesto la naturaleza, que nos rodea y nos acoge.
Debemos respetar el área de navegación que se haya asignado para nuestra disciplina deportiva en los Planes de Playa, que son elaborados por las autoridades competentes anualmente y son específicos para cada playa.
En general debemos alejarnos de las zonas reservadas para el baño - delimitadas por boyas amarillas - y de los canales de seguridad, reconocibles gracias a las boyas de babor y estribor (roja cilíndrica y verde cónica), dedicados a las embarcaciones de motor para su acceso a la playa, incluidos los medios de rescate. Además, no debemos navegar donde se indique expresamente que tal actividad no está permitida; esto podría deberse a muchas razones, por lo general medioambientales o de seguridad.
Es preciso no arriesgar ninguna maniobra peligrosa o llegar a toda velocidad cuando estemos cerca de la orilla, donde podríamos encontrarnos con navegantes a punto de salir o inexpertos…o incluso algún bañista incauto…
3. EPIS (EQUIPOS DE PROTECCIÓN INDIVIDUAL)
Asegúrate de llevar puesta la indumentaria adecuada a las condiciones meteorológicas del día y a la temperatura del agua: un buen neopreno es casi siempre imprescindible y eventualmente escarpines y guantes o protección solar según la estación del año. Estarás “a la intemperie" durante horas y pasar frío o calor supone un desperdicio de energía y una fuerte disminución en el rendimiento físico.
Olvídate de que casco y chaleco son “cosas de principiante”. De hecho en el mundo del foil de competición es incluso obligatorio llevarlos puestos. Toda precaución es buena cuando las condiciones son adversas o el tráfico en el agua es intenso: prevenir es mil veces mejor que curar.
4. MATERIAL: TIPO, AJUSTES Y ESTADO
Es importante escoger bien el material que vas a usar y, aún que cueste, sal del agua a cambiarlo en cuanto las condiciones cambien de manera considerable. A veces puede ser suficiente mover el pie de mástil hacía adelante o hacía atrás y/o “tunear” la vela añadiéndole o quitándole tensión tanto del puño de escota como del puño de amura.
Si el viento no es constante, mejor llevar una tabla con volumen suficiente para que puedas flotar incluso en las “calvas” o por si el viento baja. Así no habrá riesgo de que acabes derivando y tengas que volver andando por la orilla (lo que llamamos “walk of shame" - “paseo de la vergüenza”) o incluso que tengas que ser remolcado hasta tierra.
Recuerda que, con una buena técnica, no es necesario llevar una vela demasiado grande y esperar a que la racha entre con toda su fuerza. Mejor acostumbrarse a bombear para salir al planeo, así evitaremos estar pasados de vela si el viento sube durante la navegación o si “fuera" está más fuerte que en la orilla.
Antes de ir al agua, comprueba que el perfil de la vela sea el adecuado y que todas las partes de ella, de la tabla y todos los cabos estén en buen estado y bien amarrados. Si es posible, lleva contigo un cabo de repuesto, por si las moscas. Te podría sacar de un apuro o serte útil para ayudar a otro navegante en dificultad.
5. CONOCE TUS LÍMITES
El windsurf y el foil son deportes intensos, donde nos exponemos durante horas a la merced de los elementos: es fundamental que estemos en buena forma física para aguantar las condiciones concretas del día y del lugar.
Procura estar bien hidratado y con la digestión hecha, ya que el calor del sol puede ser intenso y el agua puede estar fría: un golpe de calor o un corte de digestión no son ninguna broma.
Y si en las pistas de esquí encontramos azules, rojas y negras, donde el color nos indica el grado de dificultad de cada una de ellas, para la práctica del windsurf y del foil, desafortunadamente, no tenemos nada parecido. Identificar el "color" del spot y de las condiciones del día, no es tarea sencilla ni ciencia exacta (¡se parece más bien a hacer horóscopos!): tenemos que mirar las previsiones y éstas deben estar siempre actualizadas, comparadas entre ellas y corroboradas por la experiencia de los lugareños (escuelas y locales) siempre que sea posible…y aún así, no siempre se acierta fácilmente.
Si eres principiante y no lo ves claro, mejor acércate a Spin Out: te asesoraremos sobre todo lo que necesites saber y tendrás a disposición los mejores instructores (además del mejor material), por si prefieres ser acompañado o crees que necesitas mejorar.
6. ¡PRECAUCIÓN, PRECAUCIÓN, PRECAUCIÓN!
No importa que estuvieras a punto de batir tu récord personal de velocidad o de cerrar por fin esa maniobra que llevabas tanto tiempo intentando. Debemos tener siempre en mente que la seguridad es lo primero. Vendrán más rachas y más olas: ¡es mejor que tanto el material como el navegante sigamos enteros para cogerlas!
Así que recuerda: hay que tratar a cualquier riesgo de abordaje como si fuera a serlo y actuar por consecuencia y a tiempo: un error nuestro o de otro navegante podría suponer arruinarnos la sesión o las vacaciones por un infortunio o un daño al material que podríamos haber evitado.
Infórmate en los centros náuticos y con la gente del lugar sobre peligros concretos o cambios previsibles en las condiciones de mar y viento, especialmente si hay zonas de fuertes corrientes, rocas o calvas. Avisa a alguien en tierra cuando vayas a salir.
No dudes en venir a Tarifa Spin Out a pedirnos cualquier consejo: seas o no cliente, estaremos encantados de ayudar a que disfrutes al máximo de tu día de windsurf o foil en Tarifa. ¡Eres más que bienvenido!
7. RESCATE Y AUTORESCATE. NÚMEROS ÚTILES
En el agua como en tierra, la omisión de socorro es un hecho grave, tanto que se recoge en el Código Penal (art. 195). Cuando veas a alguien en el agua lejos de la orilla es buena costumbre preguntar si necesita ayuda. Pero si ves a un navegante haciendo la señal internacional de emergencia (moviendo los brazo por encima de su cabeza o agitando algún trapo de la misma manera) no dudes en acercarte para ayudar como te sea posible, siempre que no corras peligro tú mismo.
Existen dos tipos de Servicios de rescate: los privados y los públicos. Infórmate antes de navegar sobre las opciones disponibles (ej. bonos de rescate) y los números de emergencia de la zona, especialmente el de Salvamento Marítimo - aún que éste está para situaciones más complejas y se tiene que acudir a ello solo si es realmente necesario.
Donde sea posible, remolcar al otro navegante puede ser el medio de rescate más eficaz e inmediato. Si eso no es posible y las condiciones son complicadas, lo ideal es quedarse con él o ella y pedirle a otro navegante que vaya a tierra para pedir auxilio. Si eso tampoco fuera posible, asegúrate antes de irte de que la persona tenga consigo algo que pueda mover para poder identificar su posición desde tierra (por ejemplo una lycra colorada o el arnés) y dile que lo haga; luego corre a avisar a los medios de rescate. Eso es por que puede ser complicado ver desde tierra un elemento a la deriva si hay oleaje o la visibilidad no es ideal; además las corrientes podrían desplazarle rápidamente a un lugar distinto a el donde lo dejaste…y sería como buscar aguja en un pajar.
Por último, pero no menos importante: no te expongas a riesgos excesivos pensando que “alguien irá a por ti si pasa algo”: tu imprudencia podría poner en peligro no solamente a tu propia incolumidad, sino también a la de otras personas que tengan que ir a recatarte. Y fundamental: APRENDE AUTORESCATE. La tabla es nuestra balsa salvavidas así que intenta no desprenderte nunca de ella, nada hacia el punto más cercano de la costa, siempre dejando que la corriente te acompañe y nunca intentando remar en contra de ella, o terminarás agotado. Una vez en tierra, seguro que encuentras a alguien dispuesto a ayudarte, en la playa o en las escuelas, si lo necesitas.
8. READY FOR DEPARTURE
Y ahora que has comprobado todos los puntos de tu checklist, abróchate el arnés y ¡a disfrutar! Ya estás listo para despegar.
El equipo Spin Out te desea un buen vuelo.
Y muy buen viento.
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